¿Vamos a necesitar, dentro de unos años, otro informe Lancho?
El pasado 13 de junio el Consejo de Ministros aprobó EL PLAN DE DIGITALIZACIÓN Y CONSULTA EN RED DE LOS ARCHIVOS NACIONALES.
Se trata de una decisión plausible por varios motivos:
1º.- Por que nos lo “sugirió” Europa hace ya un tiempo.
2º.- Por que desde 2002 – si la memoria no me falla – ya contamos en España con legislación en ese sentido (que no se había cumplido hasta la fecha)… y algún convenio que otro 😉
3º.- Por que contribuye a que haya contenidos de calidad en español (castellano, catalán, euskera, galego …) en Internet.
4º.- Por que facilita a tod@s (pero sobre todo a los hispanoparlantes) el acceso sin límites a nuestro patrimonio cultural.
El “plan de digitalización” llega – necesariamente – tarde, también para nuestros socios europeos … pero llega, y nunca es tarde si la dicha es buena. Y apostillo “necesariamente” por que en la ingente labor de romper la brecha digital antes de preocuparnos de los contenidos hemos tenido que preocuparnos de las infraestructuras, del acceso a banda ancha, de las aplicaciones informáticas y de la formación de la ciudadanía.
El primer capítulo, las infraestructuras y el acceso a Internet por banda ancha, ha culminado con éxito nos dicen; en el segundo – según la propia administración – hemos dado ya grandes pasos (aunque intuyo que todavía queda mucho por hacer en este campo). Tenía que llegar la hora de los contenidos; de los contenidos de calidad; del ingente acervo cultural español que será el verdadero impulso de la sociedad en red, el principio de la ruptura de la brecha digital en el mundo hispano.
Y parece que ha llegado.
Y tenemos una ocasión de oro de ser vanguardia de Europa; de que la presencia española en la red de redes sea la envidia del mundo; hemos pasado de cuartos – si me permiten el guiño – ¿no creen que la historia también nos debe llegar a semifinales en materia de sociedad de la información y el conocimiento, y no ser – como siempre – el furgón de cola de los avances tecnológicos?
Este momento no va a repetirse y, como en todo, podemos hacer las cosas bien, mal o regular.
Para mí hacer las cosas bien en materia de cultura en red significa – bien lo sabe la parroquia – divulgar sin restricciones preservando los derechos de los autores; trasladando ésto al “plan de digitalización” significa poner a disposición de la ciudadanía (y del mundo) nuestro rico patrimonio cultural sin, para ello, regalarlo a empresas extranjeras … ¡ no vaya a pasarnos lo mismo que con los pecios del siglo de oro !
¿Cómo?
Respetando las leyes de las que nos hemos dotado en la materia; la ley de propiedad intelectual, la ley de servicios de la sociedad de la información, la ley de impulso de la sociedad de la información, la ley de firma electrónica y la ley de protección de datos de carácter personal (entre otras).
[…] que están pidiendo ya otras voces en el ámbito de las libertades electrónicas. Hoy he visto que lo hace Pedro Canut a la zaga del EL PLAN DE DIGITALIZACIÓN Y CONSULTA EN RED DE LOS ARCHIVOS NACIONALES aprobado el […]
Estimado Pedro,
he leído varios de sus post sin tener claro cual era su postura, hasta llegar al presente: «…divulgar sin restricciones preservando los derechos de los autores».
Suena admirable si no fuera porque lo que subyace en sus post, parece ir en una línea bien distinta: autores primero y luego ya veremos. La protección del derecho de los autores está garantizada, sin añadir más leyes al fuego, desde hace muchos años. El problema es como compensarles, sin poner puertas al campo. Ellos y el gobierno ya han encontrado una solución: el canon digital, que esperemos alguien con coraje y sentido común desmonte algún día. ¿Quieren dinero? que negocien con quien lo tiene: los consumidores. ¿No saben o no pueden? No se preocupe, seguro que encuentran la fórmula. El que no pinta nada en esto es el Estado.
En lo que respecta a la difusión de contenidos culturales de titularidad pública, lo razonable sería que primase la difusión de la cultura, sobre cualquier otra consideración. Si vienen otros, extranjeros o nacionales, que utilizan estos contenidos para construir servicios y soluciones a partir de ellos, enhorabuena, sus propietarios también pueden. No veo el problema.
La alternativa no debería ser construir webs elitistas de uso restringido para estudiosos e investigadores. ¿Qué Internet queremos?
Desde los inicios de Internet existen magníficos contenidos en la Red. No son primero las infraestructuras y luego los contenidos, no señor. Es facilitar el acceso, la difusión, la creación, aunque no vaya muy rápido, porque donde hay negocio un mercado eficiente, y no intervenido, proveerá. Pero oligopolios + grupos de presión + LPI + LSSI + LISI + LFI +LOPD … no parece que anime mucho ninguna iniciativa. Por lo tanto no se sorprenda si es una empresa extranjera, además de los abogados patrios, los únicos en sacar partido de esta situación.
Por lo demás enhorabuena por su magnífico blog.
Saludos
Jose Valle
José,
Gracias por sus aportaciones, son siempre bien recibidas 🙂
Estamos de acuerdo en que los derechos de los autores (escritores, músicos, diseñadores gráficos …) están suficientemente protegidos … en la vida desconectada, y algunos autores temen subir sus creaciones a la red por que temen que no sea del mismo modo – si los autores no suben sus creaciones a la red todos perdemos, incluso ellos. Por otra parte Internet (así lo creo yo) precisa de herramientas jurídicas más flexibles que las normas de las que nos hemos dotado en la vida desconectada; mientras llegan esas normas en coloriuris.net hemos propuesto alternativas para que los autores pierdan el miedo a la red de redes.
Lamento que tenga esa visión tan pesimista de las leyes; son precisamente ellas las que nos protegen de los oligopolios … y, sí, desgraciadamente creo que tiene razón, el «lejano oeste» que estamos construyendo sólo alimenta a las grandes empresas extranjeras y va ser fuente de muchos litigios.