Borrador de reforma de la L.P.I. (I)
Sin embargo – y sin entrar en consideraciones de “lege lata” y/o de oportunidad de los modelos de negocio vigentes hasta hoy – cuando el exceso tuitivo “pro-gestora de derechos (patrimoniales) de autor” de nuestro ministerio de cultura (¿?) propone una reforma del texto refundido de la L.P.I., como el que ha propuesto (y tenemos siete días!) hasta los más legos en derecho pueden ver con claridad cómo desde el ejecutivo se propone al legislativo cercenar el Derecho a la libertad y el acceso – también Derecho, no se nos vaya a olvidar – a la cultura.
Me detendré – por todos – en el artículo sexto del borrador de reforma de la L.P.I., a cuyo tenor literal:
“Se modifica la rúbrica y se añade un nuevo apartado 2 al artículo 32 del texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual con la siguiente redacción:
Artículo 32. Cita e ilustración de la enseñanza e investigación.
2.- No necesitarán autorización del autor, las instituciones docentes integradas en el sistema educativo español ni aquellas otras que estatutariamente tengan finalidades investigadoras para realizar actos de reproducción, distribución y comunicación pública de pequeños fragmentos de obras o de obras aisladas de carácter plástico, fotográfico figurativo o análogo, excluidos los libros de texto y los manuales universitarios, cuando tales actos se hagan únicamente para la ilustración de sus actividades educativas o de investigación científica, en la medida justificada por la finalidad no comercial perseguida, siempre que se trate de obras ya divulgadas y, salvo en los casos en que resulte imposible, se incluyan el nombre del autor y la fuente.”
El párrafo 2º añadido al artículo 32 nos informa “a sensu contrario” que, pese a la licitud de incluir citas que proclama el apartado 1º del artículo 32 de la ley (hoy único), si no somos “instituciones docentes integradas en el sistema educativo español ni aquellas otras que estatutariamente tengan finalidades investigadoras para realizar actos de reproducción, distribución y comunicación pública de pequeños fragmentos de obras o de obras aisladas de carácter plástico, fotográfico figurativo o análogo” venimos obligados a recabar del autor/es autorización para citar sus textos y/o idéas.
Para entendernos, salvo que estemos comprendidos en los supuestos que menciona el (nuevo) párrafo dos del artículo 32 del texto refundido L.P.I. (y, en ningún caso si la cita proviene de libros de texto y manuales universitarios) nos queda vedada la obligación y derecho de cita salvo que contemos con la autorización del autor/es; lo cual desde otro punto de vista podría considerarse como una “invitación al plagio”.
Esta propuesta – aparte de desconocer, y ningunear, trabajos científicos fuera del ámbito docente y”estatutariamente” investigador – veda “erga omnes” la posibilidad (real) de citar doctrina en artículos periodísticos o, “verbi gracia”, escritos forenses.
Cuando los defensores de la sociedad del conocimiento nos llevamos las manos a la cabeza por la normativa a medida de “algunos” y frente a tod@s, y reclamamos una legislación más acorde a la realidad social y al derecho de acceso a la cultura nos estamos refiriendo a dislates como el expuesto, y no a la defensa a ultranza del “top manta”.
Se que algunos no van a (querer) entenderlo, pero con normas como ésta perdemos tod@s.
A ver si lo he entendido bien: ¿Ya no voy a poder decir en mi blog: ‘He leído en elpais.es que…’? Pues si ya no lo lee casi nadie con esto de la suscripción y ahora ya no se puede citar… pobrecitos 😉
Es una pena que esta reforma no la haya hecho el PP, porque así no vamos a poder ver manifestaciones en las calles contra ella (de hecho, ni siquiera se le está dando en los medios la importancia que realmente tiene; aunque no sé, como yo no leo el Vogue).
Pués parece mentira, una dama de su prosopia que no lea el vogue!
(pués sí, tiene razón, creo que a eso le llaman manipulación informativa, pero no me hagan caso!)
🙁
Estimados Charlotte y Maximilian:
Es evidente que la reforma es precisamente la políticamente correcta. Supongo que nadie apostará por el hecho de que el PP pueda oponerse a ella así que olvidémonos de una respuesta adecuada por parte de los políticos de la oposición (el resto de partidos que no son ni PSOE ni PP no son oposición, ¿por qué será?, y tampoco protestarán).
Así que henos aquí unos pocos (no sé si tú, Charlotte, estás con nosotros) tachados de delincuentes o defensores de delincuentes. Personalmente conozco a mucha gente a la que la reforma del Código Penal que entró en vigor el 1 de octubre les ha traído al fresco, pero está claro que sólo era la punta de lanza; ésta es la segunda parte: como en toda batalla, se habían guardado munición pesada, y la han lanzado sin alaracas – al menos lo pretendían – y sin que se le haya dado mucha importancia en los medios de comunicación. Por lo tanto nos toca a nosotros hacer toda la labor en blogs, páginas web, … en donde podamos.
¿De verdad que ninguna de las cabezas pensantes del Ministerio de Cultura (snif) es capaz de tener la mente abierta, aunque sólo sea un poquito?. Puedo resignarme a que entes como la SGAE ($$$$) no vean que su modelo de negocio se acaba (ellos sólo ven ceros, los muchos que están a la derecha de unos, doses, etc. y que cobran por los derechos de autor) pero, ¿de verdad que un ministerio de un gobierno progresista (dos veces snif) no tiene dos dedos de frente?. Pues no me lo creo.
No me creo que lo que tantos estamos viendo, el final de un modelo empresarial, no lo vean nuestros dirigentes. Lo que me lleva a plantearme la pregunta evidente: ¿por qué entonces esta alianza SGAE-Gobierno?. Se me ocurre una única respuesta: Favor con favor se paga. La campaña de los artistas a favor del Gobierno ZP merecía una recompensa, y ahí está; nada mal, desde luego, como retribución por los servicios prestados.
Personalmente, y al margen de inclinaciones políticas, el ataque furibundo que el anteproyecto de Ley de Propiedad Intelectual supone a las redes P2P indica por sí mismo el desconocimiento por un lado, y el miedo por otro, a lo que se les ha venido encima. Existen otros puntos que merecen destacarse, y tendremos ocasión de referirnos a ellos, en este y en otros blogs, pero me centro en ese aspecto porque me parece sangrante.
Señores del Gobierno y adláteres: los que sí vislumbramos, aunque sea con dificultades, el futuro, podemos sentir su enorme miedo hacia lo que piensan que está por venir. Pues les diré una cosa: esa auténtica revolución «ya está aquííííí …», tal y como decía la niña de «Poltergeist»,no les quepa duda. Si te enfrentas al futuro se te lleva por delante, devorándote. Con su anteproyecto han decidido abrir el armario del dormitorio, como en la película; pues mucho cuidado con lo que se esconde en su interior, porque no son conscientes de lo que se les avecina.
2.-
Leo lo que escribe Juan Antonio y tengo la inclinación a mostrarme de acuerdo con él en casi todo. Sólo dos puntualizaciones: sí que el PP, por representar a la derecha (con perdón), podría estar poco interesado en oponerse a la reforma, sin embargo, si damos un paso más en el razonamiento, vemos qué grupo empresarial y mediático es el más beneficiado y nos damos cuenta de que no es precisamente un enemigo del partido que ahora gobierna. La otra puntualización tiene que ver con las niñas de las películas: lo que ha pasado, es decir, que los sectores llamados progresistas se hayan visto traicionados por el gobierno que ayudaron a poner (y con tecnología bit: «pásalo») a mí me recuerda más esa escena de «El Exorcista» en la que la niña, con voz grave, le dice a su madre, a la que casi acaba de matar: «¿Has visto lo que ha hecho la guarra de tu hija?»