Es el título del post que cierra (confío que no, confío que quede abierto para que otros lean lo que escribía y pensaba su autor) la bitácora de Francesc.

Tengo rabia, tengo mucha rabia por que la anotación data de enero de 2008 … y yo he tardado en llegar siete meses (en ese navegar errático del que les he hablado algunas veces).

Creyó en mi (nuestro) proyecto de colores desde el principio y, sin conocerme, apoyó todo lo que estuvo en su mano (no hay más que ver su bitácora) … ¡ hasta se desplazó a Zaragoza para cubrir el I Congreso de Bitácoras ! … y firmó a título personal la Declaración de Zaragoza (el único periodista que la ha firmado); esa fue la única vez que nos vimos en persona, aunque fueron muchos los correos-e, y las conversaciones telefónicas a lo largo de 2006.

Es la primera vez que lamento haber perdido mi contraseña de bloglines … aunque quizás, sólo quizás, haya sido mejor así … recordar su blog, recordarle a él y acudir como se acude de visita a casa de un amigo lejano …

Me da rabia haber tardado tanto tiempo en «ir de visita» y lo echaré de menos … echaré de menos su inquietud y sus ánimos … y me gustaría que pudiera ver donde ha llegado aquel sueño con el que se identificó desde el principio.

Definitivamente un blog no es un medio de comunicación, sino un medio de comunicarse y permanecer.