«cibernegros»
Lo politicamente correcto se sublima en lo ciberpoliticamente correcto. Sinceramente, no acabo de comprender el miedo de los políticos a lo “ciber” (algun@s siguen despreciando cuanto ignoran); espacio y espacia okupado y okupada – todavía hoy – por tecnófilos y tecnófilas más preocupados y preocupadas por el nuevo Ipad que por la defensa de los derechos humanos (de política patria, salvo que “toque” descargas-SGAE-Sinde, ni hablemos).
Y en esa ciberguerra de cibercomunicación llegan los cibernegros a poner vida virtual a los próceres (con honrosas ciberexcepciones)
… siempre he defendido la necesidad de que los políticos ejerzan la transparencia y la cibertransparencia … pero no así … lo que hay es propaganda … “en Internet nadie sabe que eres un perro” parecen creer, y actúan – como han hecho siempre – con absoluto desprecio a la inteligencia de sus votantes … pero ésto no es la tele 😉 … y se os “cala” al tercer “twitt”.
No, decididamente, no era ésto lo que buscábamos los tecnófilos y las tecnófilas de la política 3.0 … pero “no preocuparse” seguiremos guiándonos por lo que digan en la tele o en los árboles muertos, que es donde se esfuerzan – o al menos donde ponen la cara y la voz.
Celebro todo ésto por los – al menos temporales – puestos de trabajo que van a generar las elecciones con decenas ¿o cientos? de cibernegros tuiteando o feisbuqueando en nombre del político de turno (muchos de los cuales no saben – ni quieren – la diferencia entre un blog y una red social … y si no que le pregunten a Belloch por su “bellochqueamé” 😉
En Aragón tenemos ya una ciberRudy ¿será también sevillana? y un ciberBiel … y acabo de descubrir que Eva Almunia tiene Twitter ¿será también – emulando a sus oponentes políticos – una ciberAlmunia?
[…] This post was mentioned on Twitter by Antonio Fumero and pjcanut, Roberto Abizanda. Roberto Abizanda said: RT @pjcanut: http://www.blogespierre.com/2010/11/18/cibernegros/ […]
¡Cuánta gente dispuesta a prostituirse y cuánto cliente dispuesto a pagar!
Sabía yo que había una razón de la fortuna para que nunca me salgan clientes políticos. (Afortunadamente)
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