El diablo está en los detalles (2 de 3)
Otra de las «leyendas urbanas» que ha calado en las mentes de la vieja Europa es que el comunismo se ha instalado en Venezuela.
No puedo hablar de lo que ocurre en el resto del Estado, pero – desde luego – la capital, Caracas, no responde al perfil de país marxista donde se han abolido la propiedad privada y la libertad de expresión.
Como ejemplo el cartel electoral del principal político de la oposición (que ha elegido el azul, blanco y rojo como colores de campaña 😉 ) y que inunda – como el resto de carteles electorales – las principales calles de Caracas.
Pero, junto a los datos (tres años seguidos con incremento de ventas de vehículos nuevos; y para el año próximo se esperan 300000 nuevas matriculaciones) quizás la imagen de los atascos sea definitiva para apreciar el «curioso comunismo» que «sufre» el país:
El panorama, para el atónito viajero europeo, se completa con el visionado de las televisiones que operan en el país. Demagogia? sí … pero tanto desde la cadena controlada por el Ejecutivo, como desde las cadenas privadas bajo control de la oposición.
La guerra mediática – dentro y fuera de las fronteras – no permite objetivar la realidad de una ciudad con un metro que recuerda los mejores de Europa, y un país donde se están acometiendo gracias a los impuestos del Petroleo (que ahora sí están llenando las arcas del Estado) las necesarias infraestructuras – autopistas y ferrocarril – para sacar a Venezuela del furgón de cola de la economía mundial.
Junto a las mejoras sociales (que en Europa tenemos olvidadas por – casi – superadas) existe una verdadera economía de mercado que genera riqueza en uno de los países más hermosos de Latinoamérica.
«Podero don dinero» Los que desde siempre han mantenido la sarten por el mango se resisten a que se la quiten…
Una vez más se demuestra que la visión que los medios de comunicación nos ofrecen es muy diferente de la realidad.
con quien me voy a casar